
¿De, simplemente, dejar de pensar cosas que valieran la pena transmitir?
Por mi parte, es un miedo recurrente. Por suerte, cada tanto, una explosión de vidrios y astillas (de la cual ya he escrito antes) me recuerda que es imposible que deje de inspirarme, aunque sea una vez cada tanto.
Mi inspiración se me presenta como un hermoso y simpático demonio, que me agarra por el cuello, y con una sonrisa en la cara me jura que no me va a soltar hasta que me siente a escribir.
Curiosamente, podría asociar este demonio a algunas personas que conozco. Personas que me ayudan a mantenerme conectada con el mundo, de las formas más insólitas.
1 comentario:
es tan cierto. lástima que la inspiración no pueda llegar en una mejor forma. pero una vez que terminaste de escribir, no te sentis completamente satisfecha con lo que plasmaste? y la forma en que te liberaste de ese demonio. es increíble.
es una pena que la última vez que me inspiré me va a traer un sabor amargo mañana. en fin, cosas de la vida(?). me gusta comentarte más acá que en lastfm.
btw, cambié la dire del blog. es whoevermightfall
besote ♥
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