"Te hice una torta para vos", me dijo mi papá. Era una torta de mucho chocolate, crema y frutillas. Parecía riquisima (y eso que no me gustan para nada las frutillas). La apoyó en el borde de la mesa, y por alguna razón que no recuerdo, empezó a molestarme. Me empujó hasta que me caí de la silla, llevándome conmigo la torta, que se destrozó en mil pedazos en el piso. Inmediatamente me senté en la silla y me puse a llorar.. ilógicamente, desconsoladamente... Por un tiempo que pareció infinito.
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