4 de abril de 2010

Dar

¿Qué son vuestras posesiones sino cosas que atesoráis por temor a necesitarlas mañana?
Y mañana, ¿qué traerá el mañana al perro que, creyéndose previsor, entierra huesos en la arena sin huellas? ¿Y qué es el temor a la necesidad sino la necesidad misma?
¿No es, en realidad, el miedo a la sed, cuando el manantial está lleno, la sed inextinguible?

¿Y hay algo, acaso, que pueda guardarse?
Todo lo que tenéis será entregado algún día:
Dad, pues, ahora que la estación de dar es vuestra y no de vuestros herederos.

Decís a menudo: "Daría, pero solo a quien lo mereciera."
¿Y quiénes sois vosotros para que los hombres os muestren su seo y os descubran su soberbia, para atreveros a ver desnudos sus merecimientos y sin vacilaciones su soberbia?
Mirad primero si vosotros mismos merecéis dar y ser el instrumento de dar.
Porque, a la verdad, es la vida la que da a la vida, mientras que vosotros, que os creéis dadores, no sois más que testigos.

Khalil Gibran

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