4 de abril de 2010

Pasatiempo

Cuando éramos niños los viejos tenían como treinta, un charco era un océano, la muerte lisa y llana no existía.
Cuando muchachos, los viejos eran gente de cuarenta, un estanque era un océano, la muerte solamente una palabra.
Ya cuando nos casamos los ancianos estaban en cincuenta, un lago era un océano, la muerte era la muerte de los otros.
Ahora veteranos ya le dimos alcance a la verdad. El océano es por fin el océano, pero la muerte empieza a ser la nuestra.

Mario Benedetti.

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