"Descubrí que podía ser pirata y muchos, y la ciudad de Maracaibo, y ser hombre, manatí, horror o piedra. Había descubierto un recurso que me permitía desprenderme de mi propio cuerpo, dejarlo allí, abandonado, con un libro en la mano y viajar en el tiempo, en el mundo, en el espacio, ser al mismo tiempo un caballo y el que escribió a ese caballo, ver a través de sus ojos y sus oídos, compartir la mente de esas personas que desplegaban ante mí el mundo, el mundo verdadero, el único mundo con sentido humano: el mundo de la palabra."
Ana María Shua.
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"He militado largamente
en oscurísimos recintos
de donde traigo una batalla
que no se termina nunca.
Estoy en guerra casi todo el tiempo
y espero que me gane una paloma.
La verdad es que también sirvo
para desordenarlo todo.
Con qué cuidado precipito
planillas en la primavera,
y alterando sensatos equilibrios
me dan lo mismo números que grillos.
No faltaría a la modestia
si dijera que siempre estuve
muy dotada para el olvido.
Guardo volúmenes de ausencia,
antologías de temblor marchito,
catálogos de dudas y neblinas.
He trabajado anteriormente
en invisibles oficinas
llenas de crisis apiladas
y documentos vegetales,
donde los pájaros me habilitaron
con un diploma de mirarlos siempre.
Diré también para abreviar
que estudio lágrimas modernas
y pienso publicar un libro
de suspiros cuando me muera,
y que tengo por todo patrimonio
un montón de relámpago vigente..."
María Elena Walsh
(de Hecho a mano, 1965)
En medio del descuido me he tropezado con este lugar, que me ha gustado un poco. =) Abrazo Venezolano.
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