Creo que por fin entiendo la razón que tenías cuando me dijiste que lo mejor era estar limpio, para poder arrancar de cero, con las cosas claras.
Yo hoy, solo tengo claro que no tengo nada claro. Que las pocas seguridades que tuve en estos últimos meses se me diluyeron siempre demasiado rápidamente, mucho más rápidamente que los problemas.
Y esto no es bueno. No me permite avanzar.
Hace una semana que me levanto y sé que esto no es lo que quiero para mi.
No quiero tampoco más este miedo a estar sola, porque tampoco me permite avanzar. No quiero más estas cadenas. No quiero más estos grilletes en mis tobillos. No quiero más esta pena y este vacío.
Quiero poder vaciarme, limpiarme y empezar de cero. Quiero poder sacarme de encima, por fin, el cosquilleo en la espalda y el ardor de las manos. Y las lágrimas de los ojos. Y el sueño.
Quiero poder disfrutar un poco más de nuevo de mi silencio, de mi música, de mis amigos. De mi falta de cosas que hacer, de mis atardeceres.
Cuando pueda disfrutar de mi propia compañía, tal vez pueda dejar de pelear, y pueda empezar a entender qué es lo que necesito y con quién necesito compartirlo.
Estoy cansada de hacernos sufrir. A mi, a todos. Estoy cansada. C a n s a d a.
No hay comentarios:
Publicar un comentario