Miles de ideas se ramificaron en su mente.
De repente, no pudo hacer más que volar.
Nada a su alrededor parecía igual, a pesar de ser lo mismo.
Todos los colores de su alma se reflejaban en la blanca pared.
Sus ojos se humedecían y no conseguí calmar su tempestad.
La pesadez del silencio alrededor cortaba su respiración.
Pero verla respirar con tanta paz, lo devolvía a la vida.
Namida.
No hay comentarios:
Publicar un comentario